En estos momentos las organizaciones nos enfrentamos a la incertidumbre sobre lo que ocurrirá, no solo en mantener a nuestros trabajadores sino en la continuidad del negocio. Realizar nuevamente un análisis del contexto de la organización nos da una perspectiva y una relativa tranquilidad para replantear la estrategia hacia dónde dirigir nuestros esfuerzos para enfrentar la inseguridad derivada de la crisis sanitaria y lo que vendrá después. Reconstruirnos con las mentes inteligentes y creativas que hay en la organización es sacar el mayor provecho para formar un equipo de trabajo resiliente.
Esta crisis mundial de salud, en la que estamos confinados pero no aislados, se aborda con la perspectiva de la resiliencia, que en sí es parte inherente de los seres humanos y la naturaleza. El provecho que obtengamos de la resiliencia dependerá de cada uno de nosotros como individuos y como organización. Las crisis nos llegan por algo que debemos aprender, si nos quedamos en el lamento y la queja el proceso de resiliencia tardará más en llegar.
Comenzar hoy, no mañana, no pasado mañana, no el próximo mes o año o años, es hoy porque la realidad se revela como nunca la habíamos visto.